Hoy quiero hablar sobre algo que es bastante habitual y es que cuando nuestros hijos llegan a ciclo inicial en la escuela, empiezan las primeras lecturas.
Hay niños que les encantan las letras, les mueve una curiosidad innata por aprender a leer y enseguida empiezan a unir las letras en su cabeza y comienzan a leer muy temprano.
Hay otros niños que en seguida aprenden las letras pero las imágenes también les llaman mucho la atención y si las primeras lecturas van acompañadas de unas imágenes que no les acaban de gustar o alimentar su curiosidad, la lectura acaba perdiendo su interés... y entonces dejan de querer leer, dicen que no saben leer... ¿Os suena?
Hay otros niños que tienen otros intereses, y a veces tampoco encuentran lecturas que les motiven, o les sorprendan, o les gusten.
En estos dos últimos casos, si observamos al niño, que libros le llaman la atención, qué cosas le gustan... podemos buscar alternativas. En mi caso comencé primero con libros con pictogramas
y después de ver que algunos si le gustaron y otros no tanto, seguí probando y entonces descubrí que le gustaban mucho los libros de ¿Dónde está Wally?
A partir de aquí busqué otras propuestas como Otto, el perro cartero de Tor Freeman, Les vacances del Ratolí carter, de Marianne Dubuc... hasta llegar a libros de conocimiento dirigidos al público infantil, como por ejemplo: Viaje por la historia de las civilizaciones.
Y puedo decir que estos libros le han producido la curiosidad necesaria para iniciarse de manera voluntaria en la lectura con 7 años. He de decir que en la escuela tienen media hora de lectura cada dia obligatoria, y no tengo claro qué libros lee en el aula, pero en casa estos son los que más le gustan.