Temas

lunes, 3 de junio de 2013

Superando el estrés…

Desde que me leí el libro Inteligencia emocional de Daniel Goleman [Ver referencia bibliográfica en Casa del Libro] (hace ahora unos cinco años) aprendí que aporta más ventajas y te ayuda más en esta vida y en tus relaciones personales, gestionar mejor tus emociones, mantener la calma, no perder el control, no dejarte llevar por la amígdala [Ver referencia en Wikipedia], una glándula primitiva que tenemos todos en el cerebro y que es la que nos hace querer satisfacer nuestras necesidades primarias y sentir las emociones.

También hacer yoga me ayuda desde hace años a relativizar las cosas e intentar no perder el control en una situación que puede ser estresante… Admiro a los monjes budistas que viven el Tíbet y que son capaces de ni inmutarse en situaciones que otros, como yo saltamos a la primera. Por ejemplo, cuando vas conduciendo y en un semáforo donde estás parada, de repente se pone verde y el de atrás tuyo ya te está pitando para que arranques… ahí creo que saltamos todos… menos el monje budista seguro… porque no conduce ;) 

No sé si será por nuestro carácter latino o no, pero la mayoría de gente que conozco, me incluyo yo, tendemos a saltar, a no querer quedar por debajo de los demás o al menos que no nos quiten la razón… como si por gritar más no la perdiésemos. Todas estas cosas nos llevan a menudo a enfrentamientos o conflictos, ya sea discutiendo o quizás distanciándonos de esa persona con la que nos hemos enfrentado en ese momento. Muchas veces nuestros hijos.
 
Hoy he tenido un momento de estrés, debido al dormir poco, al estar cansada, el estar más torpe de lo habitual, la presión por tener que salir a una hora determinada de casa… las niñas que son niñas y no son conscientes de que a sus padres lo están esperando… No me he podido controlar y he acabado pegando algún grito que otro y alguna que otra salida de tono con algún comentario :( despectivo. No me siento orgullosa, si no todo lo contrario y me gustaría poder tener más autocontrol, y aunque algunas veces lo consigo, normalmente me cuesta mucho y he de respirar profundamente y decirme a mi misma que los gritos y discusiones no me llevan a ningún sitio más que a más gritos y discusiones, para acabar al final reconciliándonos… por que ¿a quién le gusta estar enfadado? A mi desde luego no, lo detesto. Pero he de reconocer que me enfado más veces de las que quisiera. 

¿Y tú? ¿Cómo gestionas esos días en lo que parece que todo te sale al revés? Esos días en los que da la sensación que todo se pone en tu contra… ¿O quizás esas cosas solo me pasan a mí? No lo creo… o al menos quiero pensar que no soy la única. ¿Eres una persona que nunca entra en conflicto? ¿O eres alguien que está en conflicto permanente? ¿Cómo te sientes? ¿Cómo lo solucionas? Realmente creo que en algún sitio nos deberían explicar cómo podemos gestionar las emociones, en la escuela, el instituto o  la universidad… y de paso también que nos expliquen cómo podemos ser mejores padres y madres. 

Gracias por leerme.

3 comentarios:

  1. Has dado en mi punto débil Evita!!!! Yo soy la que debería leer ese libro, hacer yoga, taichi, y todas estas prácticas que hagan que no me superen situaciones como estas o peores. Yo también pierdo los nervios y la calma y todo a la primera de cambio y, por supuesto, no me gusta en absoluto, porque me he dado cuenta que Pablo empieza a hacerlo también y me entristece.
    Animo supermami que yo no te veo así para nada. Puede que de vez en cuando pierdas los nervios y saltes pero lo harás cuando, como dices, estés en situaciones extremas de cansancio, estrés, etc. No tendrás la inteligencia emocional de los budistas, pero te estás acercando... ;-)
    Bss

    ResponderEliminar
  2. Este comentario me lo ha hecho una amiga que no le dejaba la página publicarlo, así que lo hago yo en su lugar porque me lo ha enviado. Aqui va:

    Eva, cierra los ojos y viisualiza que eres una ramita en un árbol muy grande plantado en un sitio magnifico, con mucho sol, brisa y buena temperatura. Como buena ramita te han salido dos hojitas, primero una y despues la otra. Cada dia por la mañana se llenan de rocío y eso hace que aumente el peso que soportas como rama. Además, cada día son más grandes, aunque no te des cuenta inmediatamente, y por tanto su mayor superficie acoge más gotas de rocío. Ni tú misma puedes darte cuenta del gran trabajo que haces cada día alimentando de ti a tus hojas, manteniéndolas unidas para que el viento no se las lleve, soportando su peso que, aunque no te parece mucho, es considerable. Claro, el árbol no se mira a sí mismo, así que solo lo pueden ver los que lo miran desde fuera.

    La rama forma parte de un todo, de una rama anterior, de un tronco, de una fuerte raíz. No está nunca sola llevando su carga. Así que, el próximo día que una lluvia torrencial inunde de agua los pliegues de tus hojas y sientas ganas de sacudirte como rama para vaciar de golpe el agua que retienen, piensa en tus fuertes raices, en tu tronco, en las ramas que te sostienen a ti y cuando sientas lo fuerte que eres verás que esa sensación de conexión con el todo te proporciona calma ante la adversidad y el conflicto a ti y una lección de vida muy importante a tus hojas.

    Eres muy grande, no lo olvides!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Sandra por tu comentario!!! Me ha encantado, de verdad!!!!!!!

      Eliminar