Temas

martes, 5 de abril de 2016

Niñez, corta niñez...

Estaba con mi hija tumbada cuando me he recordado a mi misma con su edad hace unos 30 años.. 30 años ya!! Y entonces he sido consciente de lo corta que es la etapa de vida de un niño... en relación a la vida de una persona (si todo va bien, claro), apenas 12 o 13 años. ¿Qué son 12 o 13 años comparado con 20, 30, 40... años? 

En cambio en el día a día tenemos la sensación que se hace eterno el esperar a que comprendan ciertas cosas, normas sociales, el querer que sean autónomos, el querer que nos ayuden, que acepten lo que les pedimos... en definitiva, que criar a un hijo o varios no es fácil, nada fácil y nos parece un camino muy largo. Pero si miramos en perspectiva, es un período relativamente corto de su vida, así que quizás deberíamos preguntarnos ¿cómo queremos vivirlo? Siempre con prisas, órdenes, gritos, castigos... O nos gustaría que fuera relajado, fluido, agradable...

Por increíble que parezca nuestra actitud tiene un factor muy importante en cómo se desarrollan los acontecimientos diarios y si no me creéis os reto a que hagáis una prueba y observad porque os sorprenderéis.

¿Qué quiero decir? Pues que si sabéis que habitualmente perdéis los nervios y/o eleváis el tono de voz en unas determinadas circunstancias (y sois conscientes de ello) probar a intentar cambiar vuestra reacción... Sí, si esa cuando notáis que perdéis el control. No es fácil, pero se puede conseguir ¿un truco? Cuando os déis cuenta que estáis empezando a notar que estáis a punto de explotar: cerrad los ojos y haced una respiración profunda, dos, tres... Luego abrid los ojos y observad la situación que estáis viviendo en ese momento. Si aún os notáis nerviosos, pensad en el dia que nacieron vuestros hijos y la inmensa felicidad que sentistéis, y ahora volved a observar si la situación que os estaba poniendo tan nerviosos os hace sentir lo mismo o ha cambiado?

Hay un dicho que es "Sé tu el mejor ejemplo", las palabras se desvanecen pero los actos quedan impregnados en nuestra retina. Seamos el mejor ejemplo posible para nuestros hijos/as. Pensemos qué valores queremos transmitirles y actuemos en consecuencia, siendo nosotros mismos el ejemplo de esos valores.

Contadme si probáis "el truco" antes descrito y si os ha funcionado. A mi más de una vez me han sorprendido cuando lo he puesto en práctica. Recordemos que sólo somos personas intentando hacer lo mejor posible para ayudar a las personas que están con nosotros a desarrollar la mejor versión posible de ellos mismos.

1 comentario: